domingo, 13 de noviembre de 2011

Logística ante desastres, estrategia para actuar más rápido

La logística ante desastres es un área nueva, cuyos retos y características difieren de los de la logística empresarial, empezando porque los desastres son hasta cierto punto impredecibles y tienen efectos y características únicas en cuanto a la demanda de bienes que generan y los recursos con que se cuenta para satisfacer esa demanda.
La respuesta a una situación de desastre tiene además que ser rápida, dinámica —en el sentido de que las medidas a aplicar se van adaptando según evoluciona la situación—, eficiente, coordinada y apoyada con información en tiempo real sobre las necesidades y condiciones de la zona afectada. Otra diferencia fundamental de este tipo de logística respecto de la logística empresarial es que para la primera la rentabilidad no es la motivación principal para hacer más eficientes las actividades.
En la logística ante desastres, reducir el sufrimiento humano y garantizar la seguridad de la población son los objetivos principales, lo cual implica proporcionar una rápida atención a la población afectada y cubrir sus necesidades básicas durante el evento. Alcanzar tal objetivo es complicado debido a los recursos limitados iniciales con que se cuenta al momento del desastre, los posibles daños a la infraestructura de comunicación, lo que complica el abasto y evacuación en la zona, más la necesidad de coordinarse con múltiples entidades responsables o interesadas en brindar apoyo.
La logística tiene un valor potencial mayor en las etapas de preparación y respuesta a través de actividades como las siguientes: ubicación de centros de operación desde donde distribuir la ayuda; determinación de la cantidad de inventario pre-posicionado en almacenes cercanos a zonas con alta probabilidad de desastre; identificación y diseño de rutas considerando los modos de transporte para la evacuación; determinación del número y localización de albergues y la planeación del abasto a éstos durante el período que dure el evento y selección de sitios seguros donde ubicar instalaciones críticas como hospitales o escuelas.

Cuando surge el temporal

Entre los múltiples problemas que involucra responder a un desastre provocado por inundaciones está el de reubicación temporal de las personas afectadas en albergues en los cuales puedan salvaguardarse hasta que sean reubicados o puedan retornar a la zona afectada. Lo deseable para atender este problema es asumir una postura preventiva y hacer una preselección de sitios que puedan usarse como albergues; una vez ocurrido el desastre y dependiendo del estado de las vías de comunicación y el nivel del daño se procede a la selección final.
Pero elegir dónde se abrirán albergues no es suficiente. Es necesario especificar cuáles serán las rutas que las personas usarán para trasladarse a los albergues y cómo se hará el abasto de los insumos necesarios (alimentos, agua, medicinas, etcétera.) a éstos de tal manera que se garantice el bienestar de los individuos alojados en ellos. Esta problemática se ha estudiado desde la perspectiva de distintas disciplinas entre las que destacan: el empleo de sistemas de información geográficos (GIS por sus siglas en inglés, GeographicInformation Systems), la simulación y la construcción de modelos de optimización.





Mapas, una estrategia clave ante el desastre


Varios estudios han aprovechado los GIS para analizar la vulnerabilidad de una zona a los desastres y proponer planes de emergencia que incluyen la localización de albergues. Por ejemplo, usaron distintos tipos de mapas que mostraban para diferentes escenarios cuáles zonas tenían mayor riesgo de inundación y el tamaño de la población afectada. Mapas complementarios permitían identificar la ubicación de escuelas y hospitales, así como las vías de comunicación en las zonas de riesgo potencial.
El análisis satelital del conjunto de mapas permitió a los autores identificar áreas con bajo riesgo de inundación y también de fácil acceso. Los hospitales y escuelas ubicados en esas áreas fueron elegidos como albergues potenciales. Después de considerar los costos de la ubicación de estos albergues, además del costo de trasladar a la población, se determinó la asignación de las personas a 63 albergues.
El modelo desarrollado no sólo permite identificar las zonas de riesgo, sino también los sitios más seguros en donde localizar albergues y las rutas que conviene utilizar para evacuar a la población afectada. Combinando la información geográfica con simulación, el modelo genera una respuesta automática y dinámica a posibles desastres químicos; la lógica del modelo se puede trasladar para atender emergencias derivadas de inundaciones y del arrastre por bajadas de arroyos.
Los GIS proporcionan información valiosa sobre posibles rutas de acceso o evacuación para una zona, así como sobre aquellos sitios seguros y accesibles que pueden usarse para ubicar centros de distribución de la ayuda o bien albergues.
La información geográfica sirvió como entrada de un modelo de optimización que especifica las rutas de egreso para evacuar a la población en el menor tiempo posible (criterio de optimización). Dado que las rutas de egreso pueden congestionarse, se utilizó también simulación para analizar el efecto de factores complejos como la velocidad con que circulan los vehículos en una ruta.
En caso de un avance lento, se identifica una ruta alterna a la que está congestionada, también utilizaron la información de un GIS para construir diferentes escenarios según el volumen de precipitación pluvial. Para cada escenario optimizaron la localización de los centros de distribución y la cantidad de equipo de rescate que hay que mantener en cada centro con el fin de minimizar el costo de preparación de las instalaciones desde donde se distribuirá la ayuda.
En la segunda etapa, a cada residente de la zona afectada se le asigna un albergue al cual debe acudir en caso de emergencia especificándole también la ruta que debe utilizar. El uso de modelos de optimización también se ha combinado con la simulación, por ejemplo, construyeron un modelo de optimización para elegir las rutas de evacuación y el albergue destino al que debían dirigirse los afectados. Los resultados del modelo se usaron después en una simulación que permitió analizar el flujo del tráfico durante un período de 20 horas de evacuación para así identificar posibles contingencias y definir planes de emergencia.
Para que la apertura de albergues resulte en apoyo efectivo a la población afectada por un desastre, es importante tomar en cuenta que la elección de sitios para ubicar un albergue es interdependiente de la localización de centros para el abasto y la accesibilidad del sitio.
Además de esta interdependencia entre las decisiones de ubicación, abasto y traslado al albergue, es importante reconocer que estas actividades de asistencia implican múltiples objetivos, entre ellos destacan: el tiempo (de surtido y traslado a los albergues), los costos (de surtido y evacuación), la seguridad (en rutas y albergues), la equidad (todos los albergues reciben el mismo nivel de atención) y la cobertura (apoyar a la mayor cantidad de individuos que sea posible).

*Profesor Emérito del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca y Profesor investigador en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma del Estado de México. Doctor en Investigación de Operaciones por la North Carolina State University at Raleigh.
*Profesora Titular del Departamento de Ciencias Administrativas y Mercadotecnia del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca. Doctora en Administración en el programa conjunto EGADE Campus Ciudad de México y Universidad de Texas en Austin.



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